Tras los primeros 5 minutos de partido, ninguno de los equipos se hacía claramente con la posesión. Si bien se podía intuir y dar por sentado que el Inter, dada su superioridad sobre el papel, quería establecerse como dueño del balón. El FC Pas de la Casa no se sentía incómodo esperando para poder salir rápido.
Corría el minuto 10’ cuando el colegiado señalaba una falta peligrosa muy pegada al lateral del área grande, casi en el vértice de la misma. Tras su saque, un delantero del Inter se deshacía de su marca y remataba solo, pero desviado. Poco hubiera podido hacer Lucho Ferreiro si ese balón se hubiese dirigido hacia su portería.
Transcurridos los primeros veinte minutos, el encuentro seguía equilibrado. Ningún acercamiento claro por parte de ninguno de los dos equipos.
En el minuto 24’ empezaría la lluvia de tarjetas. La primera una rigurosa tarjeta a Xavi Vieira por una falta en el centro del campo. El jugador del Inter salía en velocidad y Xavi se interponía para tratar de robar la pelota. El rival que ya venía con el balón lejos de su alcance y se dejaba caer al suelo aprovechando ese mínimo contacto. La segunda llegó en el 28’ para Luíz Martins. El delantero se lanza a por la pelota y la toca claramente mucho antes de que el jugador del Inter llegue a la disputa. La sobreactuación del rival provocó que el árbitro mostrase la tarjeta al brasileño.
Las amonestaciones caían únicamente hacia el lado del Pas de la Casa, y no sería por falta de ocasión para que sucediese lo contrario. En un intento de salida jugando, Jordi Rubio cedía atrás un balón defectuoso y el balón terminaba en saque de esquina a favor del rival. Tras el servicio, un jugador del Inter golpeaba a Marc Rebés en la disputa del balón aéreo, e inexplicablemente el colegiado no señalaba falta y concedía un nuevo saque de esquina al rival. Afortunadamente el servicio de esquina no tuvo mayores consecuencias y el internacional andorrano se pudo reincorporar tras ser atendido.
Primera parte casi intrascendente nivel de juego. Se cumplía el 45’ cuando el cuarto árbitro mostraba el cartel de 3 minutos de tiempo extra. Con tablas en el marcador los jugadores se encaminaron hacia vestuarios.
Se reiniciaba el partido con una nueva falta bastante dudosa a favor del Inter. Y es que prácticamente cada disputa de balón era considerada infracción del Pas de la Casa. Situación que sin duda no favorecía al juego y condicionaba enormemente la intensidad con la que los jugadores podía pugnar la pelota. Muestra de ello era otra tarjeta para Carlos Gomes por meter el pie y tratar de arrebatar un balón de manera limpia. Sin ser un partido de alta tensión, nada más comenzar la segunda parte, el equipo ya tenía tres tarjetas amarillas en su haber. Por el contrario, ninguna acción del rival era punible de sanción, pese a que en dos ocasiones se necesitaría asistencia por parte de los jugadores “encampadans”. Como cuando Tiago Portuga recibía un golpe en la cara y sería él quien viese la tarjeta cuando denunciaba dicha acción desde el suelo y siendo atendido.
Xavi Carmona movía el banquillo. Alejandro Huerta y Joao Pedro saltarían al campo y dejaban su lugar Carlos Gomes y Luiz Martins. El goleador mexicano se situaba como referencia en el ataque y el portugués en su posición habitual en el centro del campo.
De nuevo un error arbitral significaba una falta peligrosa al borde del área y una tarjeta amarilla para Alfaiate. Disparidad disciplinaria evidente la que se estaba viviendo en este aspecto en el Centro de Entrenamiento de la FAF.
En el minuto 68’ se vivió el único momento tenso. También en la única acción que el árbitro decidió sacar tarjeta a un jugador rival por una fea entrada en plancha sobre Huerta. En ese momento, se forma una tangana de protestas contra el árbitro y contra los jugadores del Pas. Marc Rebés recibe una agresión y el dorsal número seis del Inter recibe tarjeta roja directa. Inexplicablemente Xavi Vieira también sufría una expulsión por doble amonestación.
En el minuto 74 más problemas. Esta vez en la portería. Lucho Ferreiro solicitaba las asistencias por lo que parecía ser un problema muscular en su muslo derecho tras patear en largo un balón. Muslo por el cuál sería sustituído por Silverio en el 84’ tras encajar el argentino el segundo sin apenas poder ponerle oposición al delantero rival. Pero antes del segundo, llegaría el primero en el minuto 80’ tras una triangulación y definición al primer toque.
A partir del segundo tanto, el partido bajó mucho de intensidad. El Inter se sentía cómodo con el resultado y el Pas no era capaz de inquietar demasiado al portero rival. Pese a los catorce minutos de añadido, únicamente en el 88’ habría una ocasión a botas de Jordi Rubio. El internacional mandaba la pelota rozando en un lanzamiento de falta.
Una nueva jornada donde el equipo no termina de generar ocasiones y donde paga muy caro los errores. Toca seguir trabajando.